miércoles, 24 de diciembre de 2014

ALCOHOLISMO Y CONDUCCIÓN: GRAVES REPERCUSIONES

Graves repercusiones que tiene el consumo de bebidas alcohólicas en los distintos aspectos sociales, sobre la persona, sobre la familia, en el ámbito laboral y social en general, en la accidentabilidad, en la violencia y en la conducción y también entre los colectivos marginales




Tras una noche de copas, aunque te sientas bien, el consumo de alcohol y otras drogas:


  • Incrementa tu nivel de agresividad y hostilidad.
  • Asumes un mayor nivel de riesgo.
  • Se incrementan las distracciones.
  • Existe una mayor sensibilidad al sueño y la fatiga. 
  • Conducir requiere un alto nivel de concentración
  • Consumir alcohol y otras drogas puede provocar euforia o depresión


Consumo de alcohol y otras drogas:

  • Bajo los efectos de las drogas se altera la percepción y la estimación de distancias.
  • Resulta más difícil mantener la concentración.
  • Sobrevaloramos nuestras capacidades y se cometen más infracciones.
  • Se experimentan deslumbramientos y visión borrosa.
  • Cuando desaparecen los síntomas de las drogas aparece una fase de agotamiento físico y mental.
  • Los conductores están obligados a someterse a las pruebas de detección de alcohol y otras drogas.
  • La sociedad castiga cada vez con mayor dureza conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas, incluso con penas de prisión.


El consumo de bebidas alcohólicas tiene una implicación importante en los accidentes de tráfico. Según un informe de la dirección General de tráfico publicado en 2010, el 40% de los fallecidos en accidente de tráfico conducían bajo el efecto de una droga, y el alcohol estaba presente en prácticamente la totalidad de ellos, a veces solo y en ocasiones con otras sustancias.
La causa de muerte más frecuente entre los 16 y 24 años son los accidentes de tráfico con intoxicación alcohólica del conductor y a veces también de los acompañantes.

Para valorar que un conductor que ha bebido está cometiendo una infracción administrativa o un delito, existen dos criterios. El primero de ellos responde a la medición objetiva de la tasa de alcoholemia; y el segundo, a los síntomas que presenta el conductor de encontrarse bajo la influencia del alcohol, aunque la medición no supere la tasa objetiva para considerarse delito.
Se considera delito siempre que la tasa supere 0,60 mg/l, pero también si es menor pero presenta signos evidentes de influencia alcohólica (caminar vacilante, ojos enrojecidos, dificultades en el
habla…). Se inmoviliza el coche y se le cita para un juicio rápido. 

Si la tasa oscila entre 0,25 y 0,50 mg/l (profesionales y noveles, 0,15/0,30), se impone una multa de 500 euros, y un descuento de 4 puntos; entre 0,51 y 0,60 (más de 0,30 profesionales y noveles), la multa asciende a los 500 euros y resta de puntos alcanza hasta un total de 6. (Rodríguez J.I., 2010).

Según el informe sobre Alcohol de la Comisión Clínica del Plan Nacional sobre Drogas, la probabilidad de fallecimiento es cinco veces mayor entre los conductores y peatones que presentan una alcoholemia superior a 0,5 g/l, de forma que el consumo de alcohol está implicado en el 30-50% de los accidentes mortales, en el 20-40% de los accidentes con víctimas no mortales y en el 10-30% de los accidentes con daños materiales exclusivamente.

La conducción con 0,5 g/l de etanol en sangre supone casi el doble de probabilidad de sufrir un accidente de circulación respecto a la conducción sin ingestión de alcohol, aumentando dicha probabilidad progresivamente a partir de esta concentración; así con 0,8 g/l el riesgo es casi cinco veces mayor que el que presentan los que no han bebido alcohol. (Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. 2007).

En España dos de cada tres delitos contra la seguridad vial están relacionados con el alcohol. La mayoría de los conductores españoles (75% de los varones y 50% de las mujeres) son bebedores habituales, es decir han consumido más de 7 días en los últimos 30, aunque los que llevan a cabo conductas de riesgo son menos, el 22% de los conductores hace un consumo de riesgo, el 3’2% hace un abuso y se calcula que un 0’26% tiene una dependencia.

La afectación sobre la capacidad de conducción provocará una distorsión en el rendimiento psicomotor, aumentando el tiempo de reacción, se altera también la coordinación bimanual y la atención. Y por último se empeora la percepción de la velocidad, la distancia y la habilidad para seguir una trayectoria.

Se produce además una afectación de la visión y el oído, reduciendo el campo visual, alterando la visión periférica y disminuyendo la agudeza auditiva.
Por último y no por ello menos importante se provocan unos graves cambios sobre la conducta y el comportamiento a nivel cognitivo y psicofísico, lo que lleva a reacciones y comportamientos anómalos o absurdos, con respuestas temerarias, violentas, de euforia o agresividad, todo un “cóctel”que incrementará exponencialmente la probabilidad de sufrir o provocar un accidente.

El efecto de las bebidas alcohólicas sobre la conducción siempre estará en relación con la tasa de
alcoholemia (gr. de alcohol por litro de sangre), en la tabla siguiente podemos ver estos efectos.


  • 0’5-0’8gr.: los efectos no son muy aparentes, pero el tiempo de reacción es prolongado,
  • hay alteraciones en las reacciones motrices y euforia en el comportamiento.
  • 0’8-1’5gr.: locuacidad, hiperactividad, irritabilidad y euforia.
  • 1’5-3gr.: déficit de atención, rubefacción, disartria, incoordinación, lentificación
  • psicomotriz, agresividad, diplopía, marcha titubeante.
  • 3-5: labilidad emocional, somnolencia, vómitos, obnubilación, nistagmus.
  • más de 5gr.: coma etílico: inconsciencia, arreflexia, midriasis bilateral, hipotensión,
  • hipotermia. riesgo de muerte.

Según la Comisión Clínica antes comentada, el riesgo de un accidente con cifras de alcoholemia entre 0,2 g y 0,4 g/l es de 1,4 veces superior, con cifras entre 0,5 y 0,9 g/l es 11,1 veces superior, para 1,4 g/l, 48 veces superior y a partir de 1,5 g/l el riesgo estimado es de 380 veces superior. Es muy ilustrativa la curva de Freudenberg donde se reflejan las relaciones entre las cifras de alcoholemia y el riesgo de sufrir un accidente.

Este riesgo no obstante se alarga al día siguiente ya que incluso la resaca provoca alteraciones en la persona tanto a nivel físico, como cansancio y fatiga, como alteraciones en la percepción y el rendimiento psicológico que pueden facilitar que se produzca un accidente.

Fuente:
Monografía sobre el Alcoholismo. Socidrogalcohol
dgt.es

miércoles, 26 de noviembre de 2014

BEBIDAS ENERGIZANTES: ¿CUÁLES SON SUS RIESGOS?


BEBIDAS ENERGIZANTES: ¿CUÁLES SON SUS RIESGOS?





En los últimos años se ha ido popularizando el consumo de las llamadas “bebidas energizantes”, también conocidas como “smart drinks” o “power drinks”. La tendencia actual es la introducción en el mercado y difusión de nuevas bebidas de este tipo. 

La cafeína es el componente habitual de estas bebidas en concentraciones superiores a las de las bebidas de cola habituales, aunque no está regulada su composición. Además, pueden contener taurina, teobromina, guaraná, glucuronolactona, aminoácidos, vitaminas grupo B y C, carbohidratos, ginseng y otros.

La OMS ha considerado a este tipo de bebidas como estimulantes por el alto contenido en cafeína en su composición, opinión compartida en España desde la Fundación Española de Toxicología Clínica (FETOC).

El consumo de este tipo de bebidas se produce tanto en la población general, como en consumidores de drogas de abuso, sustancias recreativas y alcohol.
Los efectos buscados con el consumo de estas bebidas son: disminución del sueño y sensación de cansancio, aumentar los efectos euforizantes del alcohol y otras sustancias, mejorar la capacidad cognitiva y resistencia física, disminución efectos depresores alcohol y otras sustancias.

Entre los efectos de la cafeína destacan por su potencial toxicidad: aumento frecuencia cardiaca y contractilidad miocardio, aumento presión arterial, taquiarrítmias, efecto diurético, aumento secreción ácida gástrica, vasoconstricción cerebral y vasodilatación periférica.

Las manifestaciones clínicas tóxicas dependerán de la sensibilidad del consumidor, más frecuentes a partir de 500 mg/día, habiéndose descrito nerviosismo y crisis de ansiedad, pensamiento acelerado, insomnio, arrítmias cardiacas, temblores, convulsiones, crisis hipertensivas, etc, sin olvidar que produce tolerancia y dependencia.

El consumo de estas bebidas junto a otras sustancias recreativas con efectos simpaticomiméticos (cocaína, anfetaminas y derivados, piperazinas, algunas plantas y hongos, etc) conlleva un aumento en el riesgo de complicaciones
por sumación de efectos tóxicos.

El consumo concomitante con alcohol, tanto en forma de combinados como en formatos ya comercializados, puede conllevar a una disminución en la percepción subjetiva de los síntomas de la intoxicación etílica por los efectos estimulantes de la cafeína, pero sin reducción de los déficits cognitivos secundarios a la intoxicación. Esto puede condicionar una falsa autopercepción de la capacidad de conducción de vehículos o manejo de máquinas (sin variación en la tasa de alcoholemia) con el peligro de siniestralidad o consecuencias legales. Además, al disminuir la percepción subjetiva de los efectos depresores del alcohol puede condicionar un aumento del consumo, con el consiguiente daño para la salud.

Fuente: 
XXXVIII JORNADAS NACIONALES DE SOCIDROGALCOHOL
Climent Díaz, B. "Bebidas energizantes:impacto para la salud"

lunes, 10 de noviembre de 2014

DECIDE SER FELIZ - PÍLDORAS DE LA FELICIDAD

SENTIRSE BIEN:

-Tomarse la vida con calma
-Fuera adicciones
-Buenos hábitos
-Practicar ejercicio
-Mantener buenos hábitos

FAMILIA Y AMIGOS:

- Ver a nuestros padres
- Visitar a nuestros hermanos
- El tesoro de los amigos
- Ser sociable

GASTRONOMÍA:

-Comer en compañía

OCIO:

- Elegir los días libres
- Lograr descansar
- Celebrar fechas señaladas
- Paseos por la ciudad
- Dormir lo necesario
- Las vacaciones imprescindibles
- Echarse la siesta

AMOR:

- Repartir y demostrar cariño
- Mejorar con la experiencia
- Compartir experiencias divertidas
- Comunicación de lo agradable y sentimientos positivos

TRABAJO:

- El dónde es importante
- Comodidad y ahorro de tiempo
- Buenas relaciones humanas
- Valoración en la relación con el jefe
- Reconocimiento laboral

OTROS:

- Ser agradecido
- Cuidado con el medio ambiente
- Reciclar la casa
- Mejor con moderación
- Agradecer la ayuda


1. «La felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía». Mahatma Gandhi, introdujo métodos de lucha social como la huelga de hambre. También rechazaba la lucha armada y predicaba la no violencia como medio para resistir al dominio británico.


2. «La felicidad es íntima, no exterior; y por lo tanto no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos». Henry Van Dyke, fue escritor, clérigo. Se graduó en Princeton University en 1873, donde más tarde fue profesor de literatura inglesa.

3. «Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una». Voltaire, escritor, historiador, filósofo y abogado francés que figura como uno de los principales representantes de la Ilustración, un período hizo hincapié el poder de la razón.

4. «Una mesa, una silla, un plato de fruta y un violín, ¿qué más necesita un hombre para ser feliz?». Albert Einstein, físico alemán de origen judío, nacionalizado después suizo y estadounidense. Concibió la Teoría de la Relatividad, y enn 1921 obtuvo el Premio Nobel de Física.

5. «El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene». Ralph Waldo Emerson, escritor, filósofo y poeta estadounidense. Líder del movimiento del trascendentalismo a principios del siglo XIX.

6. «La felicidad suprema en la vida es tener la convicción de que nos aman por lo que somos, o mejor dicho, a pesar de lo que somos». Victor Hugo, poeta, dramaturgo y escritor romántico francés, autor de Los miserables.

7. «Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias». John Locke, filósofo inglés.

8. «Carecer de algunas de las cosas que uno desea es condición indispensable de la felicidad». Bertrand Russell, filósofo, matemático y escritor británico.

9. «El hombre más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás y pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera propio». Goethe, poeta y dramaturgo alemán.

10. «Queremos ser más felices que los demás, y eso es dificilísimo, porque siempre les imaginamos mucho más felices de lo que son en realidad». Montesquieu, escritor y político francés.




viernes, 17 de octubre de 2014

EL JUEGO PATOLÓGICO Y ADICCIONES NO QUÍMICAS

EL JUEGO PATOLÓGICO Y ADICCIONES NO QUÍMICAS





1. ¿Qué es el juego patológico?

Para la mayoría de las personas, los juegos de azar son simplemente un entretenimiento, una forma de probar suerte o una actividad para relacionarse con los demás. Pero como ocurre con otros muchos comportamientos, por diversas circunstancias puede acabar siendo perjudicial para la persona que lo practica.

Si la persona juega con una determinada frecuencia, invirtiendo cantidades de dinero superiores a sus posibilidades y/o dedicando mucho tiempo a esta actividad, llegará a interferir de forma importante en su vida, limitando el desarrollo de otras actividades.


El placer por el juego dejará entonces paso a una sensación de malestar, pues la persona sigue jugando de una forma compulsiva, a pesar de los problemas que le supone en distintos aspectos fundamentales de su vida y aún cuando desea dejar de hacerlo.

El afectado al principio se niega a reconocer el problema y por tanto no considera la posibilidad de buscar ayuda. Pero las consecuencias repercuten en los que tiene alrededor y son éstos los que pueden intuir lo que está pasando. Empezarán a deteriorarse entonces las relaciones familiares, sociales y laborales. 



2. ¿Cómo se puede identificar?

Se pueden describir algunos rasgos característicos de la persona cuando el juego empieza a ser una limitación para su bienestar :

- Pérdida de control. Incapacidad para dejar de jugar.
- Dependencia emocional respecto al juego. Se convierte en el centro de su vida y todo lo demás carece de sentido. Sólo disfruta jugando, a pesar de representar otros problemas y se siente mal cuando no puede hacerlo.

- Interferencia grave en la vida cotidiana y en las relaciones. Absentismo laboral, pérdidas de amistades, deudas, conflictos en las relaciones familiares, etc.. 


3. Consecuencias del juego patológico

- Area personal.
La persona empieza a sentirse mal por todo el dinero gastado, intenta ocultar el problema y se aísla de los demás. Se siente incapaz de recuperar la vida que llevaba anteriormente. Es habitual que se sienta ansioso, deprimido y con un pobre concepto de sí mismo.
- Area económica
Las deudas se van acumulando, primero con los amigos, después con préstamos bancarios, pudiendo llegar a situaciones bastante graves.
- Area laboral
Empiezan con los retrasos, el bajo rendimiento, el absentismo y con frecuencia pasan por situaciones disciplinarias hasta incluso llegar al despido laboral.
- Area familiar
Es posible que al principio la familia intente ayudar a la persona con el problema, pero si ésta sigue negándose a reconocerlo es probable que cejen en sus intentos y los conflictos y discusiones aumenten. Se dan con frecuencia las separaciones de la pareja.
- Area social
Va perdiendo paulatinamente las amistades a las que les ha pedido dinero y han sido engañadas. La persona se siente cada vez más aislada, sola y triste.
- Area legal

No es raro que estas personas lleguen al robo, a falsificar cheques o a otras conductas delictivas que no hacen más que complicar su ya delicada situación. 


4. Tratamientos

El tratamiento terapéutico tendrá como objetivo conseguir la abstinencia del juego y prevenir las recaídas.
A través del tratamiento psicológico la persona irá aprendiendo paulatinamente a controlar su impulso a jugar. Podrá llegar a los mismos resultados con distintas estrategias y trabajando desde diferentes áreas : la de los pensamientos, emociones, comportamientos, etc. Algunos ejemplos de los muchos posibles planteamientos se citan a continuación.
Una alternativa es que la persona se ejercite en la práctica de la relajación, desarrollando así estrategias para convivir con la tensión y otras sensaciones percibidas como negativas, tales como la inquietud, el nerviosismo, etc.
Puede conseguir identificar las situaciones de riesgo y poner en marcha otras actividades distintas al juego.
Los jugadores suelen fallar también a la hora de interpretar las señales emocionales y las relaciones que hacen con determinados pensamientos : "Si juego me sentiré mejor", "Por una vez que juegue no va a pasar nada, yo lo controlo". Los nuevos esquemas mentales les permitirán resolver de forma favorable las situaciones en las que antes fallaban.
Será necesario que aprendan también a resolver distintos conflictos personales e interpersonales que antes tenían como única respuesta posible el juego.

A veces las terapias son en grupo y es habitual el trabajo en grupos de autoayuda. El compartir dificultades, favorecer la comunicación y encontrar estrategias de solución de problemas son medios que resultan a veces útiles. 


Fuente:

Una completa página donde podrás encontrar artículos sobre el juego patológico, bibliografía y muchos enlaces relacionados con este tema, tanto en castellano como en inglés. 


EL JUEGO PATOLÓGICO Y ADICCIONES NO QUÍMICAS

EL JUEGO PATOLÓGICO Y ADICCIONES NO QUÍMICAS





1. ¿Qué es el juego patológico?

Para la mayoría de las personas, los juegos de azar son simplemente un entretenimiento, una forma de probar suerte o una actividad para relacionarse con los demás. Pero como ocurre con otros muchos comportamientos, por diversas circunstancias puede acabar siendo perjudicial para la persona que lo practica.

Si la persona juega con una determinada frecuencia, invirtiendo cantidades de dinero superiores a sus posibilidades y/o dedicando mucho tiempo a esta actividad, 

 llegará a interferir de forma importante en su vida, limitando el desarrollo de otras actividades.

El placer por el juego dejará entonces paso a una sensación de malestar, pues la persona sigue jugando de una forma compulsiva, a pesar de los problemas que le supone en distintos aspectos fundamentales de su vida y aún cuando desea dejar de hacerlo.

El afectado al principio se niega a reconocer el problema y por tanto 

no considera la posibilidad de buscar ayuda. Pero las consecuencias repercuten en los que tiene alrededor y son éstos los que pueden intuir lo que está pasando. Empezarán a deteriorarse entonces las relaciones familiares, sociales y laborales. 

2. ¿Cómo se puede identificar?

Se pueden describir algunos rasgos característicos de la persona cuando el juego empieza a ser una limitación para su bienestar :
- Pérdida de control. Incapacidad para dejar de jugar.
- Dependencia emocional respecto al juego. Se convierte en el centro de su vida y todo lo demás carece de sentido. Sólo disfruta jugando, a pesar de representar otros problemas y se siente mal cuando no puede hacerlo.

- Interferencia grave en la vida cotidiana y en las relaciones. Absentismo laboral, pérdidas de amistades, deudas, conflictos en las relaciones familiares, etc.. 


3. Consecuencias del juego patológico

- Area personal.
La persona empieza a sentirse mal por todo el dinero gastado, intenta ocultar el problema y se aísla de los demás. Se siente incapaz de recuperar la vida que llevaba anteriormente. Es habitual que se sienta ansioso, deprimido y con un pobre concepto de sí mismo.
- Area económica
Las deudas se van acumulando, primero con los amigos, después con préstamos bancarios, pudiendo llegar a situaciones bastante graves.
- Area laboral
Empiezan con los retrasos, el bajo rendimiento, el absentismo y con frecuencia pasan por situaciones disciplinarias hasta incluso llegar al despido laboral.
- Area familiar
Es posible que al principio la familia intente ayudar a la persona con el problema, pero si ésta sigue negándose a reconocerlo es probable que cejen en sus intentos y los conflictos y discusiones aumenten. Se dan con frecuencia las separaciones de la pareja.
- Area social
Va perdiendo paulatinamente las amistades a las que les ha pedido dinero y han sido engañadas. La persona se siente cada vez más aislada, sola y triste.
- Area legal

No es raro que estas personas lleguen al robo, a falsificar cheques o a otras conductas delictivas que no hacen más que complicar su ya delicada situación. 


4. Tratamientos

El tratamiento terapéutico tendrá como objetivo conseguir la abstinencia del juego y prevenir las recaídas.
A través del tratamiento psicológico la persona irá aprendiendo paulatinamente a controlar su impulso a jugar. Podrá llegar a los mismos resultados con distintas estrategias y trabajando desde diferentes áreas : la de los pensamientos, emociones, comportamientos, etc. Algunos ejemplos de los muchos posibles planteamientos se citan a continuación.
Una alternativa es que la persona se ejercite en la práctica de la relajación, desarrollando así estrategias para convivir con la tensión y otras sensaciones percibidas como negativas, tales como la inquietud, el nerviosismo, etc.
Puede conseguir identificar las situaciones de riesgo y poner en marcha otras actividades distintas al juego.
Los jugadores suelen fallar también a la hora de interpretar las señales emocionales y las relaciones que hacen con determinados pensamientos : "Si juego me sentiré mejor", "Por una vez que juegue no va a pasar nada, yo lo controlo". Los nuevos esquemas mentales les permitirán resolver de forma favorable las situaciones en las que antes fallaban.
Será necesario que aprendan también a resolver distintos conflictos personales e interpersonales que antes tenían como única respuesta posible el juego.

A veces las terapias son en grupo y es habitual el trabajo en grupos de autoayuda. El compartir dificultades, favorecer la comunicación y encontrar estrategias de solución de problemas son medios que resultan a veces útiles. 

Fuente:

Una completa página donde podrás encontrar artículos sobre el juego patológico, bibliografía y muchos enlaces relacionados con este tema, tanto en castellano como en inglés. 



    jueves, 25 de septiembre de 2014

    ¿QUÉ ES LA SUMISIÓN QUÍMICA?: DROGA RÁPIDA Y DE CORTA DURACIÓN


    SUMISIÓN QUÍMICA


    • Toxicología alerta del aumento de casos de delincuentes que usan sustancias que no se notan  y que provocan pérdida memoria para cometer robos, homicidios y agresiones sexuales  y hasta a enfermos





    El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), dependiente del Ministerio de Justicia, ha detectado en los últimos años un notable incremento del uso por parte de los delincuentes de drogas que provocan pérdida o disminución de memoria, lo que aprovechan para perpetrar delitos, tales como robos, homicidios, sedación e incapacitación de personas mayores, aunque la mayoría están relacionados con agresiones sexuales. Los autores no distinguen entre víctimas, y, de hecho, en ella hay incluso enfermos y niños.

    Las sustancias psicoactivas son utilizadas para manipular la voluntad de las personas o modificar su comportamiento con fines delictivos. En estas situaciones los efectos farmacológicos de la sustancia administrada evitan que la víctima se encuentre en condiciones de prestar su consentimiento legal o de presentar resistencia a su atacante. Esto es lo que se conoce como «sumisión química».

    El aumento de los delitos a través de este procedimiento en lo que se refiere a las agresiones sexuales es lo que ha hecho que el Instituto Nacional de Toxicología, dependiente del Ministerio de Justicia, haya elaborado unas «Instrucciones de actuación en caso de agresión sexual con sospecha de intoxicación».

    En algunos casos, las sustancias las toma la víctima voluntariamente, alterando su autonomía para tomar decisiones. Sin embargo, en otros casos, se les le proporcionan «de forma subrepticia, lo que puede disminuir la capacidad de la víctima para identificar una situación peligrosa o para resistirse a la agresión».

    En el estudio del Instituto de Toxicología se advierte de que en el paso del tiempo desde la agresión hasta la denuncia es decisivo determinar los tóxicos utilizados, «ya que se suelen emplear sustancias con una acción rápida y de corta duración, que rápidamente son eliminadas del organismo».

    Pero, además, se advierte de otra de las dificultades relacionadas con los delitos relacionados con «sumisión química», y no es más que las escasas denuncias que se presentan de agresiones sexuales debido a la pérdida o disminución de memoria, derivada de las drogas que les fueron administradas por los agresores. En concreto, esas denuncias no llegan al 20 por ciento de las que realmente suceden. 

    Por este motivo, el Instituto de Toxicología insta a que se presenten de forma inmediata, ya que la tardanza en formularla impide una «adecuada recogida e identificación de las muestras».

    La inmediatez, decisiva
    Por lo general, señala el informe, la demora en acudir a un centro médico por parte de la víctima, para que se practique la recogida de muestras biológicas con fines toxicológicos y criminalísticos, «es inversamente proporcional a las posibilidades de detectar las sustancias implicadas en casos de ‘‘sumisión química''».

    Entre las «instrucciones de actuación», se destacan las recogidas de determinadas muestras para el estudio toxicológico. Así, como prioridades figuran las muestras de sangre y orina. La primera porque su análisis ofrece datos del «consumo reciente de la sustancia». Sin embargo, se advierte que, dado la rápida eliminación de las sustancias en sangre, «en el caso de existir cierto retraso en solicitar ayuda médica, es probable que la sustancia administrada haya desaparecido de la sangre».

    Y, respecto a la orina, porque ofrece también la ventaja de «detección superiores a la sangre para las sustancias químicas».

    También se aconseja recoger muestras no biológicas relacionadas con la víctima, como los fármacos encontrados en el lugar de los hechos, recipientes o utensilios utilizados, «así como la bebida o alimentos sospechosos, o la sustancia, si los puede aportar el paciente».
    En esa misma línea, se recomienda también tomar muestras de cabello y pelos, pero en «casos muy seleccionados», en aquellos en los que se  pudo hacer una toma de muestra inmediata «o se estima que se ha producido la eliminación del tóxico en sangre y orina».

    El Instituto Nacional de Toxicología es el laboratorio de referencia para todos los Institutos de Medicina Legal de España, que forman parte de la red de atención   urgente a las víctimas de agresiones sexuales en coordinación con la   red asistencial hospitalaria y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Esto permite la investigación toxicológica de todas las pruebas   realizadas en delitos contra la libertad sexual y, por lo tanto, la   posibilidad de determinar si ha existido «sumisión química». El  análisis de las mismas incluye de forma rutinaria sustancias como el   alcohol, las benzodiacepinas o las drogas de abuso.


    En primera persona
    Adriana / víctima
    «No seas tonta, aquí ponen unas copas muy especiales»

    Hace sólo dos años, Adriana decidió salir a divertirse una noche por Barcelona. No conocía la ciudad y se dejó guiar por una compañera de estudios. A mitad de la  velada conocieron a un gupo de chicos. Uno de ellos, de origen marroquí, las llevó a ella y a su amiga a otro local cerca del puerto. «Le conocía todo el mundo y cuando nos sentamos me dijo que allí ponían copas muy especiales y que me invitaba a una. Le dí dos sorbos  y al momento me sentí completamente relajada. No tardó ni dos minutos  en lanzarse sobre mí y besarme», afirma Adriana que aún no recuerda con claridad esa noche. En la bebida que le ofreció, «según me dijeron los Mossos», la habían echado burundanga, una droga vegetal que anula la voluntad y la memoria del que la consume. La dio una segunda dósis porque cuando intentó abusar de ella, Adriana comenzó a reaccionar: «Me metió una copa entera  a la fuerza. A partir de ahí ya no recuerdo nada». Su agresor la llevó sumisa hasta su residencia y entró en su habitación. Allí abusó de ella: «Le pedí que parara, que me hacía daño, pero siguió». Se despertó a la mañana siguiente, «lo veía todo borroso» y tras seis horas de declaración, seguía teniendo lagunas.

    Fuente: larazon.es Jueves, 25 Septiembre 2014.

    miércoles, 17 de septiembre de 2014

    ¿FOBIA SOCIAL?: "no sabré que decir", "pensaran que soy raro", "me quedaré en blanco", "no tengo personalidad", "me despreciarán"

    FOBIA SOCIAL

    «No sé qué decir», «siempre meto la pata», «tartamudearé y no me entenderá», «me quedaré en blanco». «Se van a dar cuenta», «me están mirando», «sabrán que estoy  nervioso», «llamaré la atención». «Pensarán que soy raro, idiota, débil, que miento, que me estoy insinuando, que escondo algo, que soy homosexual, que estoy nervioso, que estoy haciendo el ridículo, que soy aburrido y que no estoy a la altura». «Me despreciarán», «no querrán hablar conmigo», «dejará de ser mi amigo», «me despedirá», «me va a abandonar».





    La fobia social es un miedo irracional y desproporcionado a un cierto número de situaciones de interacción social. La persona está convencida de que actuará de manera inadecuada, ridícula, embarazosa o humillante, y que los demás se darán cuenta y la descalificarán o rechazarán. Esta convicción va acompañada de una, a menudo, intensa activación fisiológica como calor, sudor, rubor, temblores, taquicardia o sensaciones en el estómago. Ante este fuerte malestar cognitivo y emocional,
    la persona tiende a protegerse evitando las situaciones comprometidas o, una vez en ellas, realizando conductas de seguridad destinadas a conseguir que sus temores no se cumplan y que sus sensaciones físicas desaparezcan.
    Las situaciones sociales que habitualmente provocan este malestar, aunque son muy variables de persona a persona, suelen ser: asistir a fiestas o reuniones sociales, hablar en público, pedir información, comer o beber en público, conocer gente nueva, escribir mientras se está siendo observado o hablar por teléfono. Se habla de fobia social específica cuando estos miedos aparecen centrados en una gama mínima de situaciones sociales. La fobia social específica más habitual es hablar en público.

    La fobia social es uno de los trastornos de ansiedad más habituales. Los estudios (Heimberg et al., 1995; Emmelkamp et al., 1992, Echeburúa, 1995; Badós, 2001) indican que entre el 1,5 y el 3,5% de la población general padece fobia social. Los sufridores buscan ayuda muy tarde: entre los 6 y los 20 años después de estar sufriendo el problema. La edad media en la que llegan a consulta de un profesional se sitúa entre los 27 y los 34 años de edad, aunque la persona empieza a sufrir entre los 15 y los 20 años. Respecto a la distribución por sexos, la fobia social es un problema más corriente en mujeres pero, sin embargo, son más hombres los que llegan a consulta. El nivel socio-cultural de los sufridores es medio-alto. Entre el 35 y el 50% de estas personas sufren también depresión clínica o subclínica, y entre el 16 y el 36% del total abusan del alcohol, los ansiolíticos y otras sustancias tóxicas.

    TRATAMIENTO: TERAPIA COGNITIVA

    Habitualmente el primer elemento activo del protocolo de tratamiento para la fobia social es la terapia cognitiva. La única excepción a esta norma sería el caso de aquellas personas que tuviesen un importante déficit de habilidades sociales. En estos casos el primer peldaño en la escalera terapéutica debería ser el entrenamiento de habilidades sociales.
    Si el grado de depresión fuera clínico, o hubiese una adicción al alcohol u otras sustancias, es también muy probable que se diese prioridad a estas áreas-problema antes de acometer en sí la fobia social.


    Fuente: Sevillá, J. y Pastor, C. Cómo tratar con éxito la fobia social. Valencia: Centro de Terapia de Conducta

    viernes, 5 de septiembre de 2014

    HÁBITOS NERVIOSOS: TICS

    HÁBITOS NERVIOSOS

    TICS Y SU REACCIÓN INCOMPATIBLE





    1. TIC DE LA CABEZA HACIA ATRÁS: contracción de los músculos flexores del cuello mientras se inclina ligeramente la barbilla hacia abajo y hacia dentro y se mantiene la cabeza con los ojos hacia delante.

    2. TIC DE SACUDIDA DE CABEZA: contracción isométrica lenta de los músculos del cuello con los ojos hacia delante hasta que la cabeza pueda ser mantenida perfectamente quieta.

    3. TIC DE LOS HOMBROS HACIA ARRIBA: contracción isométrica de los músculos de los hombros que mueven estos hacia abajo.

    4. TIC DE LOS HOMBROS HACIA ADELANTE: empujar las manos hacia abajo y hacia atrás  con algún objeto, tal como los brazos de una silla mientras se está sentado, o contra los muslos si se está de pie.

    5.TIC DEL BRAZO: empujar la mano contra el muslo o abdomen y el codo contra la cadera.

    6. ARRUGAR LA NARIZ: llevar un poco hacia abajo el labio superior y apretar los labios.

    7. MORDERSE EL LABIO O EL INTERIOR DE LA MEJILLA: cerrar la boca y apretar los dientes ligeramente.

    Otros TICS: 

    TICS FÓNICOS ORALES (aclararse la garganta, ladrar, toser)
    TICS FÓNICOS NASALES (sorber o exhalar por la nariz)
    GOLPEAR CON LOS PIES CONTRA EL SUELO

    Tratamiento:
    Terapia de Conducta




    jueves, 4 de septiembre de 2014

    Cenar en familia es bueno para la salud mental del adolescente: Ciberbullyng, salud mental y consumo de sustancias

    CENAR EN FAMILIA ES BUENO PARA LA SALUD
     MENTAL DEL ADOLESCENTE


    El acoso cibernético se asocia con problemas de salud mental y el uso de sustancias en los adolescentes, pero las cenas familiares pueden ayudar a proteger a los adolescentes de las consecuencias del acoso cibernético y también ser beneficiosas para su salud mental, según concluye una investigación de la Universidad McGill en Montreal (Canadá).
    Aproximadamente uno de cada cinco adolescentes ha experimentado recientemente acoso digital o cibernético, que, como el acoso tradicional, puede elevar el riesgo de problemas de salud mental en los adolescentes, así como el uso indebido de drogas y alcohol. Es importante entender si el ‘cyberbullying’ contribuye de forma única a los problemas de salud mental y el consumo de sustancias independientes de su solapamiento con el tradicional ‘bullying’ cara a cara.
    Los autores de este estudio examinaron la asociación entre el acoso cibernético y los problemas de salud mental y el consumo de drogas, así como cualquier moderación de los efectos por el contacto con la familia y la comunicación a través de las cenas familiares. El análisis incluyó datos de encuestas realizadas a 18.834 estudiantes con edades de 12 a 18 años de 49 escuelas en un estado del medio oeste.
    Los investigadores midieron cinco problemas interiores: ansiedad, depresión, autolesiones, ideación suicida e intento de suicidio; dos problemas externos: peleas y vandalismo, y cuatro problemas de consumo de sustancias: consumo frecuente de alcohol, consumo excesivo de alcohol de manera frecuente, uso indebido de medicamentos recetados y consumo indebido de drogas de venta libre.
    Casi el 19 por ciento de los estudiantes dijo haber experimentado acoso cibernético durante los 12 meses anteriores y el ‘cyberbullying’ se relacionó con los 11 problemas interiores, de externalización y de consumo de sustancias. Las cenas familiares parecían moderar la relación entre el acoso cibernético y los problemas de salud mental y el uso de sustancias.
    Por ejemplo, con cuatro o más cenas familiares por semana hubo una diferencia de cuatro veces en las tasas de problemas totales entre ninguna victimización de acoso cibernético y la victimización frecuente. Cuando no se cenó en familia, la diferencia fue de más de siete veces.
    Fuente: MADRID, 2 Sep. (EUROPA PRESS)

    jueves, 21 de agosto de 2014

    CONFLICTOS Y PROBLEMAS: FORMAS ADECUADAS DE AFRONTARLOS


    CONFLICTOS Y PROBLEMAS: FORMAS ADECUADAS DE AFRONTARLOS


    ESTILO NEGATIVO DE RESOLVER PROBLEMAS

    -El individuo se culpa a sí mismo del problema
    -Un problema se percibe como una terrible amenaza, se exageran los perjuicios en caso de no solución.
    -Perciben pocas esperanzas de resolver el problema. Se tiende a evitarlo.
    -Debería encontrar soluciones rápidas a los problemas.

    ESTILO POSITIVO DE RESOLVER PROBLEMAS

    -El problema es producto de una combinación de factores personales y ambientales.
    -El problema se considera como un reto u oportunidad de crecimiento personal.
    -Hay soluciones, y él/ella las puede encontrar
    -Solucionar un problema exige tiempo y esfuerzo.
    -Aceptar el hecho que vivir es sinónimo de tener problemas

    Un conflicto es sencillamente, la presencia simultánea de intereses diferentes o fuerzas antagónicas. Estos antagonismos pueden presentarse en forma de ideas, valores, deseos, opiniones, intereses o necesidades opuestas, pero que se encuentren presentes en un momento y una situación dada: ella quiere ir al cine y él prefiere ver el fútbol; ella quiere renunciar a un trabajo por no estar de acuerdo con su enfoque, pero tiene compromisos económicos que debe tener en cuenta.

    No es posible, ni deseable, evitar los conflictos. Ellos están siempre alrededor nuestro, hacen parte de la vida diaria de las personas y no son algo que podamos escoger "tener o notener". Sencillamente hacen parte de la  existencia humana y es gracias a ellos que a cada persona se le renuevan las oportunidades de cambiar y crecer, de aprender a convivir con las demás

    Por otro lado, el aceptar los conflictos como "motor" de la existencia humana, los esfuerzos se pueden dirigir a desarrollar estrategias y herramientas que permitan manejarlos en formas creativas y flexibles, viéndolos como oportunidades para crecer, hacer cambios y enriquecer distintas dimensiones de la vida humana.

    ELOGIO DE LA DIFICULTAD

    La pobreza y la impotencia de la imaginación nunca se manifiestan de una manera tan clara como cuando se trata de imaginar la felicidad. Entonces comenzamos a inventar paraísos... una vida sin riesgos, sin lucha, sin búsqueda de superación y sin muerte. Y, por tanto, también sin carencias y sin deseo... En lugar de desear una relación humana inquietante, compleja, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y sin peligros...En lugar de desear una filosofía llena de incógnitas y preguntas abiertas, queremos poseer una doctrina global, capaz de dar cuenta de todo.                                           
                                                                                               Estanislao Zuleta

    Fuente: 
    D´Zurilla-Golfried, 1971; D´Zurilla-Nezu, 1982; D´Zurilla, 1985/89
    Mantilla, L. y Chahín, I.D. (2010). Habilidades para la vida. Bilbao: EDEX

    lunes, 4 de agosto de 2014

    CONDUCTAS ADICTIVAS ASOCIADAS AL ALCOHOLISMO: Cannabis, Benzodiazepinas, Cocaína, Poliabuso de Sustancias, Opioides, Juego Patológico, Trastornos ALimentarios


    Un elevado consumo de alcohol  por ocasión puede llevar al abuso de otras drogas, pero también el consumo de drogas puede llevar al consumo de alcohol. Algunas personas se han recuperado de un episodio de abuso de drogas en su juventud, pero han desarrollado dependencia del alcohol y van a necesitar un tratamiento de alcoholismo para superarla.

    Determinadas drogas (psicoestimulantes, opiáceos) producen sensibilización del sistema dopaminérgico y pueden aumentar la vulnerabilidad hacia el alcoholismo y también hacia sus recaídas.




    ADICCIONES QUÍMICAS ASOCIADAS AL ALCOHOLISMO

    1. CANNABIS

    Existe una conexión directa y recíproca entre la activación de los receptores cannabinoides y el consumo de alcohol. El receptor cannabinoide cerebral CB1 es un mediador de los efectos del alcohol sobre el circuito de la recompensa cerebral, el cual interviene en la atribución  incentiva al alcohol.

    Algunos estudios han comprobado que los jóvenes consumidores de cannabis y alcohol presentan un mayor riesgo de desarrollar problemas de alcohol o drogas que los que sólo consumen alcohol, incluso cuando su consumo de alcohol es excesivo. Por lo tanto, las personas que consumen cannabis y alcohol en su juventud podrían tener mayor riesgo de alcoholismo, a lo largo de su vida. (Shillington y Clapp 2006).

    2. BENZODIAZEPINAS (BZD)

    El consumo de BZD entre los pacientes alcohólicos y los que presentan otras drogodependencias, es más prevalente que en la población general.

    El primer problema es que, debido a sus interacciones potencialmente peligrosas, tomar benzodiazepinas asociadas al consumo de alcohol o drogas ya es un patrón de abuso de BZD que conlleva un elevado de riesgo de accidentes, caídas, lesiones e incluso reacciones paradójicas de desinhibición agresiva. El paciente alcohólico toma varios comprimidos de BZD de una vez, como si tomaran una "copas" (de alcohol), con la finalidad de neutralizar la abstinencia o bien los estados disfóricos que habitualmente le inducen a beber alcohol.

    Cuando el enfermo alcohólico presenta "craving" de alcohol suele referir al médico que tiene "ansiedad" y prescribir BZD, con en inconveniente añadido de las BZD no tan solo no reducen el craving de alcohol, sino que pueden incluso aumentarlo, ya que tienen efectos reforzadores que pueden contribuir a disparar el consumo de alcohol, por dependencia cruzada.

    El síndrome de abstinencia del alcohol asociado al de las BZD , es de mayor gravedad que cada uno de ellos por separado, con posibilidades de que curse con síntomas vegetativos más intensos, mayor probabilidad de crisis convulsivas y también de estados confusionales (delirium) o bien paranoides (sellers i cols.,1993).

    Las sobredosis de alcohol y benzodiazepinas pueden llevar al paciente a la muerte por la sinergia de sus efectos depresores sobre el sistema cardio-respiratorio (koski y cols., 2002).

    3.COCAÍNA

    La mayoría de personas que presentan abuso de cocaína realizan también un consumo excesivo de alcohol o bien han desarrollado la doble dependencia de cocaína y alcohol. La intoxicación simultánea de cocaína y alcohol cursa con una mayor desinhibición conductual  (agresiva y sexual).

    Haber tenido un episodio de dependencia de cocaína aumenta el riesgo de padecer alcoholismo más adelante (Newcomb i cols., 2001). Bajo los efectos del alcohol es más probable que una persona se atreva a tomar otras drogas y que busque el efecto de otras drogas. A su vez, tras el consumo de cocaína, es mas probable que la persona consuma todavía más alcohol por ocasión. Finalmente, cuanto más elevada sea la cantidad de alcohol ingerida por ocasión, más irresponsable, imprudente y violento puede llegar a ser su comportamiento (Heil, Badger y Higgins, 2001).

    El alcohol y la cocaína, tanto en el agresor como en la victima, están implicados en una elevada proporción de homicidios (Tardiff i cols., 2002); y también de incestos, abuso sexual de menores, maltrato a la mujer y otras formas de maltrato y de violencia hacia los miembros de la familia.

    La dependencia simultánea de cocaína y alcohol suele ir asociada además a otros trastornos psiquiátricos (afectivos, de ansiedad, psicóticos, de conducta alimentaria, de personalidad, déficit de atención con hiperactividad) y también adictivos).

    4. OPIOIDES

    Cuando una persona empieza a administrarse heroína acostumbra a reducir o incluso suprimir  el consumo de alcohol. Sin embargo, durante la abstinencia de heroína o de otros opioides se puede producir un incremento del consumo de alcohol (Siegel,1986).

    5. POLIABUSO DE SUSTANCIAS

    El abuso simultánea de diversas sustancias puede llevar a estados en los que los síntomas de intoxicación (de unas) y los de abstinencia (de otras) aparezcan superpuestos, lo cual dificulta el diagnóstico etiológico y complica el tratamiento de desintoxicación.

    ADICCIONES COMPORTAMENTALES ASOCIADAS AL CONSUMO DEL ALCOHOL

    1.JUEGO PATOLÓGICO

    La probabilidad de presentar alcoholismo es 23 veces mayor en las personas que presentan juego patológico que en la población general.

    La comorbilidad psiquiátrica que se asocia con mayor frecuencia al juego patológico es el alcoholismo(73,2%), seguido de los trastornos de personalidad (60,8%), el estado de ánimo (49,6%), de ansiedad (41,3%), y abuso de otras drogas (38,1%). (Petry, Stinson y Grant, 2005).

    Los jugadores patológicos que sufren alcoholismo presentan una mayor problemática en las diversas áreas de funcionamiento (detenciones, intentos de suicidio) que los que no tienen alcoholismo (Potenza, Steinberg i Wu, 2005). 

    El consumo de alcohol puede propiciar el inicio de un episodio de juego y sobretodo el descontrol o la dificultad de detener dicho episodio, a pesar de estar perdiendo mucho dinero. La ingesta de dos consumiciones de alcohol puede contribuir a aumentar el deseo de apostar dinero y las personas que cuando beben lo hacen de manera compulsiva presentan un bajo rendimiento en los tests  de atención sostenida, memoria episódica y capacidad de planificación (Hartley, Elsabagh i File,2004); unos déficits cognitivos que pueden contribuir decisivamente a la pérdida de control sobre la conducta de apostar dinero.

    2. ADICCIÓN A LA COMIDA

    Los pacientes con trastornos de la conducta alimentaria presentan mayor comorbilidad con trastornos por consumo de sustancias (alcohol y drogas) que la población general (Mitchell y cols., 1997). La bulimia nerviosa, el "binge eating" y el subtipo de anorexia que cursa con atracones de comida y comportamiento purgativo, están más frecuentemente asociadas al alcoholismo que la anorexia restrictiva. Las primeras suelen presentar conducta impulsiva e inestabilidad emocional, mientras que las pacientes anoréxicas restrictivas sueñen presentar conductas compulsivas y más controladas (Lilenfeld y Kaye, 1996).

    Fuente: Monografía sobre el Alcoholismo. Socidrogalcohol