viernes, 25 de octubre de 2013

INTOXICACIÓN ALCOHÓLICA AGUDA Y RESACA ALCOHÓLICA

INTOXICACIÓN ALCOHÓLICA AGUDA Y RESACA ALCOHÓLICA




La intoxicación etílica aguda es el trastorno relacionado con el alcohol más frecuentemente en los servicios de urgencias, afectando no solamente al los adultos sino también a los adolescentes. Los criterios del DSM IV para su diagnóstico incluyen: ingesta reciente de alcohol; cambios psicológicos o en la conducta durante la ingesta de alcohol o inmediatamente después, incluyendo conducta sexual inapropiada, agresividad, incapacidad de realizar actividades laborales y sociales, labilidad estado de ánimo, alteraciones cognitivas; y uno o más de los siguientes signos: alteración de la coordinación, nistagmus, disartria, marcha inestable, dificultad de atención y déficit de memoria, estupor o coma; síntomas que no pueden ser atribuidos a otras patologías médicas ni trastornos mentales.

Diferentes factores pueden influir en la severidad de la intoxicación alcohólica aguda, entre los que destacan: cantidad de alcohol ingerido, peso corporal, tolerancia al alcohol, concentración de alcohol de las bebidas ingeridas y el tiempo de ingesta de alcohol.

La sintomatología puede relacionarse con la concentración sanguinea de alcohol. En pacientes que no abusan del alcohol, los efectos de la intoxicación etílica son relativamente más predecibles. Por el contrario, los efectos en los individuos consumidores crónicos de alcohol son impredecibles y pueden demostrar poca evidencia clínica de intoxicación aunque sus concentraciones sanguineas sean mayores a 400 mg/dl.

Entre los pacientes que no abusan habitualmente, los signos más frecuentemente asociados con concentraciones sanguíneas específicas son las que se muestran en la siguiente tabla:

PRINCIPALES MANIFESTACIONES CLÍNICAS EN LA INTOXICACIÓN AGUDA ALCOHÓLICA SEGÚN LA CONCENTRACIÓN SANGUÍNEA DE ALCOHOL.


Las manifestaciones clínicas de la intoxicación alcohólica son debidas al efecto del alcohol sobre los diferentes órganos. Entre los más importantes se encuentran los cardiovasculares incluyendo la taquicardia, vasodilatación períférica y depleción de volumen que pueden contribuir a la hipotermia e hipotensión; también favorece la aparición de arritmias auriculares y ventriculares. La depresión respiratoria es el principal riesgo vital en la intoxicación alcohólica. Los efectos gastrointestinales incluyen náuseas y vómitos que pueden ocasionar alteraciones hidroelectrolíticas, diarrea, dolor abdominal por gastritis aguda, ulcus o pancreatitis aguda. 

La intoxicación alcohólica aguda puede producir una hepatitis aguda en pacientes con hepatopatias crónicas por alcohol o con historial de abuso crónico. A nivel metabólico la intoxicación alcohólica aguda es capaz de producir  hipoglucemia, hipokaliemia, hipomagnesemia, hipocalcemia, hipofosfatemia, hipoalbuminemia y acidosis láctica.
Nuca hay que olvidarse que la intoxicación etílica aguda se encuentra asociada a gestos autolíticos y está presente en muchas patologías psiquiátricas atendidas en los servicios de urgencias como trastornos de personalidad, personalidad antisocial y trastornos afectivos. Además, el riesgo de accidentes, traumatismos y delitos se encuentran incrementados en la intoxicación etílica aguda. También hay que tener en cuenta la posibilidad  de intoxicaciones por múltiples sustancias, ya que el policonsumo es frecuente sobretodo en población joven. Esto condicionará los cuadros clínicos que presentarán los pacientes en los servicios de urgencias.
En algunos pacientes la intoxicación etílica aguda cursa con un estado de excitación con heteroagresividad importante que finaliza con sueño espontáneo o inducido, presentando amnesia del episodio. Se conoce con el nombre de intoxicación patológica y en muchos casos no hay dependencia a alcohol ni historial neurológico, considerándose que es una reacción idiosicrásica al consumo de alcohol.

SÍNDROME POSTINTOXICACIÓN ETÍLICA AGUDA: RESACA ALCOHÓLICA



La resaca alcohólica constituye un conjunto de signos y síntomas que aparecen como consecuencia de un consumo excesivo de alcohol. Aparece cuando disminuye la concentración sanguínea de alcohol, alcanzando su máximo al llegar a cero. Cursa con sensación de cansancio, cefalea, problemas de concentración y memoria, cambios de humor, nauseas, vértigos, sed. Este síndrome contribuye a un aumento de absentismo laboral, bajo rendimiento laboral y académico, riesgo para la conducción de vehículos y manejo de maquinaria peligrosa. Se desconoce el impacto económico del mismo. La patogenia de la misma no está aclarada y no existe tratamiento.

Fuente: Monografía sobre el alcoholismo. SOCIDROGALCOHOL.

martes, 22 de octubre de 2013

LESIONES HEPÁTICAS SECUNDARIAS AL CONSUMO DE ALCOHOL: "HEPATITIS ALCOHÓLICA, FIBROSIS Y CIRROSIS"

LESIONES HEPÁTICAS SECUNDARIAS AL CONSUMO DE ALCOHOL

"HEPATITIS ALCOHÓLICA, FIBROSIS Y CIRROSIS"

Las lesiones hepáticas que se desarrollan por el consumo de alcohol crónico pueden aparecer de manera progresiva, pero también es frecuente observar la presencia de varias lesiones histológicamente diferentes en el mismo sujeto.


HEPATITIS ALCOHÓLICA

Si el consumo persiste, además de los depósitos grasos aparecen un infiltrado inflamatorio y un daño hepatocelular (necrosis), datos que en conjunto definen la esteatohepatitis. Cuando la inflamación y la lesión hepatocelular son graves, se denomina hepatitis alcohólica. Los subtipos hetiológicos no están bien definidos, y la gravedad de la enfermedad depende tanto de la cantidad de alcohol consumida como de otros factores mediambientales (dieta, estilo de vida) y factores genéticos.

Ocurre hasta en un 35% de bebedores severos y suele ser precursora de la cirrosis.


Las manifestaciones de la hepatitis alcohólica son muy diversas, existiendo desde formas asintomáticas, hasta otras fulminantes con una elevada mortalidad a corto plazo, que cursan con signos clínicos de insuficiencia hepática.

Lo más frecuente es que se manifieste como clínica inespecífica de astenia, anorexia, nauseas y vómitos, pudiendo asociar dolor en hipocondrio derecho, ictericia e incluso fiebre. Suele existir hepatomegalia a la exploración, junto con estigmas de hepatopatía crónica. A nivel analítico podemos encontrarnos con alteraciones de las enzimas de colestasis y citolisis, anemia macrocítica y déficits vitamínicos y nutricionales.

En ocasiones los signos clínicos que predominan son los de la hipertensión portal (ascitis, hemorragia digestiva, encelopatía).

FIBROSIS Y CIRROSIS


La lesión hepática puede progresar, apareciendo fibrosis progresiva que desemboque en una cirrosis.

Las manifestaciones clínicas de la cirrosis alcohólica son superponibles a la de cualquier otro tipo de cirrosis, pero asociadas a las alteraciones propias del alcoholismo tanto hepáticas como extrahepáticas (malnutrición, alteraciones conductuales, polineuropatía...)

Si el paciente permanece abstinente, la cirrosis puede permanecer asintomática. Cuando la enfermedad avanza aparecen signos de la hipertensión portal, pudiendo aparecer las diferentes complicaciones de la cirrosis como episodios de encefalopatía hepática conforme avanza el grado de disfunción hepatocelular, hemorragias digestivas por varices esofágicas, peritonitis bacteriana espontánea del cirrótico, etc.

TRATAMIENTO 

1. Abstinencia

Se trata de la medida más eficaz, independientemente del estadio de la enfermedad hepática, la persistencia del consumo de alcohol es el principal factor predictor de la progresión de la enfermedad.

2. Medidas generales

Es importante mantener un adecuado estado nutricional y de hidratación, y corregir los déficits vitamínicos y electrolíticos (magnesio, potasio).

Durante la hospitalización, es importante prevenir el síndrome de abstinencia y otras complicaciones que puedan surgir. Se deberán administrar los tratamientos adecuados a las mismas.

La nutrición enteral y parenteral mejoran el estado nutricional de los pacientes y los parámetros de función hepática, pero no han demostrado tener ningún efecto sobre la supervivencia ni a corto ni a largo plazo.

Si se ha observado un efecto beneficioso a corto y a largo plazo con la administración de suplementos hiperprotéicos en pacientes con cirros estable.

3. Tratamiento farmacológico

La mayoría de esfuerzos terapéuticos se han dirigido al manejo de la hepatitis alcohólica grave, dado el mal pronóstico de la misma. 

Los únicos tratamientos que, hasta el momento, han demostrado tener algún efecto beneficioso sobre la supervivencia a largo plazo de los pacientes son los corticoides y la pentoxifilina. A pesar de ello, hasta en la mitad de los pacientes no se obtiene respuesta con estas terapias.

4. Nuevas dianas terapéuticas

Se están estudiando nuevas moléculas que parecen estar relacionadas con la fisiopatología de la hepatopatía alcohólica. Algunas podrían usarse como dianas terapéuticas, mientras que otras parecen tener más papel como indicadores de la actividad de la enfermedad.

5. Transplante hepático

Su indicación en un paciente alcohólico requiere de una cuidadosa evaluación. Se deben tener en cuenta otros factores como las comorbilidades y el apoyo sociofamiliar, así como garantizar la abstinencia alcohólica previa al transplante al menos durante 6 meses (aunque no hay consenso claro). Predecir que pacientes van a mantenerse abstinentes al alcohol después de un transplante hepático es difícil.

Fuente: Monografía sobre el alcoholismo. SOCIDROGALCOHOL.

viernes, 18 de octubre de 2013

LA COCAÍNA: "EFECTOS SISTÉMICOS, EFECTOS PSÍQUICOS Y PATOLOGÍA PSIQUIÁTRICA"

LA COCAÍNA

"EFECTOS SISTÉMICOS, EFECTOS PSÍQUICOS Y PATOLOGÍA PSIQUIÁTRICA"



La cocaína o clorhidrato de cocaína es uno de los principales derivados de la hoja de coca, obtenido a partir de una pasta base, con clorhídrico y extracción de acetona-etanol.
Por sus potentes efectos estimulantes sobre el Sistema Nervioso Central este alcaloide pertenece, junto con las anfetaminas, a la categoría de las drogas estimulantes mayores, para diferenciarla de otros estimulantes menores como la cafeína o la nicotina.
Existen otros derivados de la hoja de coca que prácticamente no son consumidos en nuestro país, como son:

- Sulfato de cocaína o pasta base, conocido como "basuco", que es una pasta de color pardo-negro que se fuma mezclada con tabaco o marihuana.
- La cocaína base, conocida como "crack", que se obtiene mezclando cocaína, con amoniaco y bicarbonato sódico. Tiene forma de pequeños cristales y se fuma mezclada con tabaco.

EFECTOS SISTÉMICOS

El consumo de cocaína determina una estimulación cardiovascular potencialmente mortal caracterizada por incremento considerable de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, y el consumo crónico puede dar lugar a una lesión cardíaca permanente.

EL Abuso de cocaína se asocia a:
Infarto de miocardio
Arritmias cardiacas
Hipertensión severa transitoria
Accidentes cerebrovasculares
Hiperpiréxia
Convulsiones
Además el consumo de cocaína se caracteriza por:
Hiperprolactinemia
Diaforesis
Hipertermia
Midriasis
Niveles subóptimos de vitaminas y minerales
Disminución de la vitamina B6
Disminución de la vitamina C

Malnutrición generalizada

El consumo de base-libre  (fumada) se asocia a múltiples complicaciones pulmonares, sobre todo bronquitis y neumonía, así como parálisis respiratoria mortal. (Olcina, Casas y Pérez, 1994).

EFECTOS PSÍQUICOS




Los efectos subjetivos producidos de penden de la vida de entrada, cantidad, calidad del producto e idiosincrasia del individuo. Ejerce un papel reforzante la situación ritual. Los efectos estimulantes son semejantes a las anfetaminas, pero de menor duración (máximo 40 min), euforia, elevación del estado de ánimo, aumento de la energía y capacidad para el trabajo, insomnio, hiperactividad motora y verbal, aumento de la ideación e imaginación.

El empleo de la vía inhalatoria endovenosa produce sensación orgásmica placentera semejante a la sexual, con eyaculación espontánea sin estímulo sexual directo (González, 1999).

PATOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Complicaciones agudas:
Euforia o manía cocaínica; aumento de la velocidad del pensamiento, agresividad, desinhibición, alteración de la conducta sexual con peligrosidad social.

Disforia cocaínica; cuadro de depresión de instauración brusca, con gran tendencia al suicidio en la abstinencia.

Psicosis cocaínica; con alucinaciones táctiles y lumínicas, desconfianza paranoide y conducta estereotipada. Si el cuadro se mantiene al suprimir el consumo, debe hacer pensar en psicosis subyacente anterior con refuerzo por el consumo  (González, 1999).

martes, 15 de octubre de 2013

QUE NADA PUEDA CONTIGO

Paro, precariedad laboral, falta de alternativas… Los problemas pueden causarnos malestar, pero no son tan importantes como la capacidad para afrontarlos. Es la teoría de la Universidad de la Felicidad, una iniciativa que enseña los trucos para sonreír en los peores momentos.




“La felicidad es una habilidad y no depende tanto de lo que te pasa, sino de cómo actúas ante lo que te pasa”, explica la cofundadora Isabel Sousa. La mente juega un papel importante en todo esto: a veces hay una barrera imaginaria que nos separa de nuestras metas y crea desasosiego.
¿Barrera imaginaria? Seguro que los casi seis millones de parados no piensan lo mismo. ¿O sí? Según Sousa, el problema a menudo radica en que nos quedamos atascados en la vida profesional anterior y no somos capaces de contemplar otras opciones.

Cuestión de genes

La predisposición genética influye en la forma de abordar los problemas: “Hablamos de genes y de lo que hemos vivido en casa”, matiza la experta. No es lo mismo crecer en una familia donde nadie levanta la voz que en otra donde los conflictos se resuelven a gritos. El subconsciente almacena y procesa información que marcará nuestras pautas de comportamiento en el futuro.
No obstante, predisposición no es sinónimo de realidad. Según la experta, la neurociencia está demostrando que el cerebro es plástico y puede cambiar. “Es como quien tiene el germen de una enfermedad: no basta con tener el factor genético, hay que rodearlo de determinadas circunstancias para que se desarrolle”.

¿Qué fue antes, el dinero o la felicidad?

Las condiciones de vida no tienen por qué determinar el nivel de satisfacción de una persona, aunque hay excepciones: “Si yo no tengo alimento ni sitio para resguardarme, toda mi vida estará orientada a sobrevivir”, expone Sousa. La capacidad de disfrute es muy baja o nula. No es menos cierto que “con poco que tengamos, ya podemos ser felices”.
“El éxito, la riqueza, la buena salud y las relaciones enriquecedoras son las consecuencias de ser feliz, no su causa”. La experta completa esta cita del doctor Deepak Chopra: “Nuestra actitud facilita que esas cosas vengan a nosotros, pero si estoy todo el día quejándome de lo que me falta y criticando en los demás… ¿Quién querrá estar conmigo?”
Los bienes materiales son un añadido que muchas veces obtenemos a partir del disfrute personal. “Si trabajo sólo por dinero, puedo llegar a tenerlo, pero la gente que se ha enriquecido de verdad es porque está trabajando en algo que le apasiona”, argumenta Sousa.
No obstante, ningún empleo es perfecto. ¿Qué actitud debemos adoptar ante lo que no nos gusta? Pesimismo fuera. “Si ponemos el foco en lo negativo, empezamos a olvidar lo que nos agrada de ese trabajo. Quizá deberíamos valorar un poco más incluso el hecho de tener trabajo”, aconseja la experta.

El secreto está en la mente

La satisfacción está más cerca de lo que creemos, aunque con frecuencia no sabemos verla. Quizá deberíamos cambiar el color de las lentes a través de las que miramos, ¿no? Isabel Sousa sugiere tener dos ideas muy presentes:
  • Para ser feliz hay que elegir ser feliz”. Los pequeños mosquitos que nos pican cada día no nos van a molestar si elegimos que así sea.
  • La felicidad no viene gratis”. Esconde mucho esfuerzo y una actitud positiva. “Si yo quiero que mis pensamientos me den tranquilidad, paz y bienestar, tengo que entrenar mi mente. Así estaré más motivado, tendré confianza en mí y superaré resultados que no me gustan”, concluye.
Fuente: EfeSalud.com, Psicología y Bienestar/Felicidad 25 de Septiembre de 2013

domingo, 6 de octubre de 2013

LA DISTINCIÓN ENTRE EL BIEN Y EL MAL ESTABLECE LA FRONTERA ENTRE LOCURA Y MALDAD A LA HORA DE JUZGAR UN HECHO VIOLENTO

La distinción entre el bien y el mal establece la frontera entre locura y maldad a la hora de juzgar un hecho violento


XVII Congreso Nacional de Psiquiatría
  • Hoy en día la ley exige que ha de demostrarse que el sujeto delincuente tienen una enfermedad mental y que ésta ha influido en el crimen.
  • La psiquiatría comienza a considerar estas cuestiones a partir de la Revolución francesa.
  • En los juicios de Nuremberg, el alegato sobre la ausencia de maldad fue frecuente. Nadie había actuado con maldad, sino movidos por cadenas de mando que los privaban de su propia voluntad.
Sevilla, septiembre de 2013.- En las comisarías de medio mundo se repite un perfil: egocéntrico, narcisista, cruel y sin remordimientos. Carente de empatía, mentiroso, manipulador y antisocial. Impulsivo, irresponsable e incapaz de controlar su conducta. Así definen al psicópata criminal figura que, sin embargo, no está clarificada en el campo de la Psiquiatría. Viene al caso esta reflexión a la hora de valorar la mesa En los límites de la normalidad ¿Maldad o enfermedad? que tuvo lugar el viernes, 27 de septiembre de 2013, en el marco del XVII Congreso Nacional de  Psiquiatría que se celebra estos días en Sevilla. Antonio Medina León, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Córdoba; Julio Seoane Rey, de la Universidad de Valencia y  el magistrado José María Magaña, perteneciente a la Audiencia de Córdoba serán los encargados de buscar respuesta a esa pregunta.
En los juicios de Nuremberg, el alegato sobre la ausencia de maldad fue frecuente. Nadie había actuado con maldad, sino movidos por cadenas de mando que los privaban de su propia voluntad. Los tribunales acabaron desestimando muchas de estas alegaciones en lo que puede considerarse un reconocimiento de la maldad intrínseca.
Sin embargo, en el debate abierto en la mesa se escuchará que “es normal escuchar, cada vez que se comete un acto violento que sorprende, que el agente que lo cometió está loco. Pensando, quizá, que de esa forma se exculpa a la razón humana de la comisión de actos delictivos, sin tener en cuenta que, en este como en otros muchos casos, se olvida el concepto de responsabilidad que los seres humanos tienen sobre sus actos”. En la mesa se intentará encontrar una explicación a este fenómeno que, al exculpar al agente, vulnera el error fundamental de atribución.
Una revisión histórica de la idea psiquiátrica analiza cómo la psiquiatría fue asumiendo el concepto de maldad para conseguir un mayor o menor poder sobre los hombres. Antonio Medina señala que “existe una frontera enorme. El comienzo del estudio del alienado data de la Revolución francesa, cuando se decide definir el concepto de ciudadano, donde se incluye la figura del alienado”. Es el médico y reformador francés Philippe Pinel (1745-1826), quien plantea que no deben construirse nuevas hipótesis sino limitarse a la observación y descripción de hechos. “La contribución fundamental de Pinel fue cambiar la actitud de la sociedad hacia los enfermos mentales para que sean considerados como seres humanos merecedores de un tratamiento médico”, asegura Medina, quien añade una reflexión que explica las dificultades para esta distinción. “Hay que considerar”, dice, “que la psiquiatría es la única espacialidad que no nace de una necesidad médica”.
La evolución de la psiquiatría ha desembocado en la realidad que hoy impera en nuestro sistema. Jueces, abogados, psiquiatras y otros profesionales de la salud mental y del campo legal, sostienen que si una persona es razonablemente consciente de sus acciones, por lo que refiere a su actividad cotidiana, y puede discernir entre el bien y el mal, entonces no se la considera una persona mentalmente enferma, sino una persona con problemas de carácter moral y es perfectamente imputable. Medina sostiene que “hoy en día la ley exige que ha de demostrarse que el sujeto delincuente está loco y que su locura ha influido en el crimen”.
No es fácil el debate. Celso Arango precisa que “la violencia se ha convertido en un problema de primer rango en la sociedad actual. La enfermedad mental en general, y la esquizofrenia en particular, han sido relacionadas con la violencia a lo largo de la historia. La estigmatización que conlleva esta asociación ha repercutido negativamente tanto en los pacientes que sufren la enfermedad- como en sus familiares. Para prevenir la violencia en esta población debe conocerse primero qué diferencia a los pacientes con esquizofrenia que actúan de manera violenta del resto. Factores como síntomas psicóticos, falta de conciencia de enfermedad y consumo de tóxicos aumentan la prevalencia de aquélla. La presencia de determinados síntomas psicóticos, así como las características de los mismos, se relacionan con conductas agresivas tanto a nivel ambulatorio como hospitalario. Dichos factores pueden beneficiarse de un tratamiento adecuado, lo que podría repercutir en una disminución de la violencia”.
Fuente: portalesmedicos.com/noticiasmedicas

jueves, 3 de octubre de 2013

DESTREZAS PARA SER MÁS COMPETENTES PSICOSOCIALMENTE FRENTE A LOS RETOS DE UN MUNDO MODERNO "HABILIDADES PARA LA VIDA"

"HABILIDADES PARA LA VIDA"




AUTOCONOCIMIENTO

Conocer mejor nuestro ser, carácter, fortalezas, oportunidades, actitudes, valores, gustos y disgustos. Autoconocerse también significa construir sentidos acerca de nosotros mismos, de las demás personas y del mundo en que vivimos.

EMPATÍA

"Ponerse en los zapatos" de la otra persona para comprenderla mejor y responder en forma solidaria, de acuerdo con las circunstancias.

COMUNICACIÓN ASERTIVA

Expresar con claridad, y en forma apropiada al contexto y la cultura, lo que se siente, piensa o necesita.

RELACIONES INTERPERSONALES

Establecer y conservar relaciones interpersonales significativas, así como ser capaz de terminar aquellas que impiden el crecimiento personal.

TOMA DE DECISIONES

Evaluar distintas alternativas, teniendo en cuenta necesidades, criterios y las consecuencias de las decisiones, no solo en la vida propia sino también en la ajena.

SOLUCIÓN DE PROBLEMAS Y CONFLICTOS

Manejar los problemas y conflictos de la vida diaria de forma flexible y creativa, identificando en ellos oportunidades de cambio y crecimiento personal y social.

PENSAMIENTO CREATIVO

Usar la razón y la "pasión" (emociones, sentimientos, intuición, fantasías e instintos, entre otros) para ver las cosas desde perspectivas diferentes, que permitan inventar, crear y emprender  con originalidad.

PENSAMIENTO CRÍTICO

La persona crítica se pregunta, investiga, y no acepta las cosas de forma crédula.

MANEJO DE EMOCIONES Y SENTIMIENTOS

Navegar en el mundo de las emociones y sentimientos, logrando mayor "sintonía" con el propio mundo afectivo y el de las demás personas. Esto enriquece la vida personal y las relaciones interpersonales.

MANEJO DE TENSIONES Y ESTRÉS

Identificar oportunamente las fuentes de tensión y estrés en la vida cotidiana, saber reconocer sus distintas manifestaciones, y encontrar maneras para eliminarlas o contrarrestarlas  de forma saludable.



Mantilla, L. y Chahín, I.D. (2010). Habilidades para la vida. Bilbao: EDEX