martes, 30 de abril de 2013

"LA ADICCIÓN A LA BUENA APARIENCIA" ¿Una Adicción que pasa desapercibida?

Esta adicción la pueden sufrir tanto hombres como mujeres, pero se observa más en mujeres pues ellas no la disimulan, ya que socialmente está más aceptado que una mujer cuide su apariencia con esmero e incluso exageradamente. Pero las que sufren la adicción van más allá de la coquetería normal de toda mujer, su arreglo personal no es una cosa más de la vida cotidiana, sino que es el eje sobre el que  gira todo su existencia y su significación como persona.

Estas mujeres son esclavas de su apariencia y no llegan a estar del todo contentas y satisfechas de su imagen, siempre piensan que podrían estar mejor, que podrían ir mejor vestidas y mejor maquilladas. Su obsesión llega a un punto que ya no son capaces de darse cuenta de lo que pasa a su alrededor, pues su atención está permanentemente puesta en algún detalle de su aspecto, ya sea su vestido, su peinado, o cualquier detalle de su apariencia que la hace estar ansiosa pues cree que todo el mundo está pendiente de ese fallo imaginario que tiene.

Por otro lado, no conoce cómo es o cuáles son sus necesidades reales, ya que hace tanto tiempo que no piensa en ello que no forma parte de su realidad. Para ella el mundo gira alrededor de la perfección de su aspecto y todas sus energías están puestas en conseguirla.

Causas y Características

A las  mujeres que sufren esta adicción nunca nadie las ha visto sin maquillar o sin estar perfectas en su apariencia, da igual en qué circunstancias se haya estado con ellas, ya sea en un baile, en la playa o en la piscina, ya sea comprando o jugando al tenis, ya sea de excursión o en una recepción.

Cuando estas con ellas percibes su ansiedad y su agitación pues son incapaces de estar sosegadas un tiempo, y en mitad de una conversación o de una comida, las verás coger un espejo y retocar sus labios o su peinado, o estarán constantemente alargando su falda o una manga de su chaqueta, o poniéndose bien un mechón de su cabello. Verás que siguen con aire distraído la conversación y que, a pesar de que parece que atiendan, se han perdido parte de lo que les estás diciendo. Con cualquier excusa se levantarán de donde estén e irán al baño a mirarse al espejo; antes de abrir una puerta o bien de responder al teléfono, repasarán con gestos rápidos y nerviosos su atuendo. Cuando están en el coche esperando el semáforo se mirarán por el retrovisor. Si pasan por delante de un escaparate se mirarán como si fuera un espejo. Si están en un concierto o en el teatro, de vez en cuando repasarán sus ropas, sus manos, su pelo. Y todo ello lo harán aunque vayan acompañadas.

Por la mañana son las primeras en levantarse para que nadie pueda verlas sin maquillar y por la noche serán las últimas en acostarse para que nadie las vea sin arreglar. Si en algún momento tienen una urgencia a medianoche, lo primero que harán será ir al tocador o ponerse algo de maquillaje. "Nada ni nadie está primero que su arreglo personal".

Desprecian a las mujeres que, según ellas, no se cuidan y se ponen cualquier cosa; aunque en el fondo envidian su libertad y piensan que ellas jamás podrán tenerla pues si no se arreglan no serían bellas y apreciables.

Rasgos de personalidad primarios:


  • Inmadurez emocional
  • Inseguridad
  • Autoestima desplazada hacia su imagen
  • Incapacidad para la intimidad
  • Superficialidad
  • Falta de significación personal
Rasgos de personalidad secundarios:

  • Infantilismo
  • Egocentrismo
  • Dependencia
  • Poca capacidad de compromiso
  • Perfeccionismo
  • Irritabilidad
Consecuencias:

  • Relaciones interpersonales superficiales
  • Necesidad de seducir constante
  • Sentimientos de ansiedad y amenaza ante la cercanía emocional
  • Incapacidad de sentir un vínculo amoroso profundo y sincero
  • Sensación de soledad e incomprensión
  • Negación de la adicción y de la falta de control
  • Búsqueda de la perfección de su imagen personal como remedio para calmar la angustia y la ansiedad subyacentes
  • Posición egocéntrica ante la vida, debido a una maduración emocional inarmónica
  • Aislamiento social por hastío al no lograr los efectos buscados constantemente
  • Prácticas médicas cada vez más agresivas
  • Mala aceptación de la vejez
  • Distorsión de su imagen
  • Autorrechazo
  • Relación de rivalidad con sus iguales


Colomer, N. (2010). Las Nuevas Adicciones. Barcelona: Editorial Planeta.









jueves, 25 de abril de 2013

ENCAUZA TU ENERGÍA " AL MAL TIEMPO, BUENA CARA"


Encauza tu energía

La vida no es un camino de rosas, pero está repleta de pequeños detalles que nos hacen disfrutar. Centrar la atención en el tráfico matutino, la bronca con el jefe o las diferencias con la pareja es un gasto de energía inútil que no lleva a ninguna parte. La receta para alcanzar la plenitud es invertir tiempo y ganas en aquello que funciona, ser coherente con los propios valores y saber aceptar las emociones negativas.

¿Qué podemos aprender de la crisis?

Estas son las claves:


  • Experiencia ante situaciones límite. La vida ‘fácil’ y predecible llegó a su fin. La única manera de superar las dificultades es buscar ideas creativas, ser innovador y adoptar otro punto de vista. Al estar en un estado de alerta constante, dedicamos mucho más esfuerzo a generar nuevas ideas, inventar y crear.
  • Solidaridad. Es hora de mostrar nuestra cara más humana y ayudar al prójimo. “Nos volcamos con la familia, con la gente que tiene un problema o se ha quedado sin recursos”, señala Ramírez.
  • Nuevos retos. Muchas personas que encaminaron su carrera profesional en una única dirección están sufriendo un cambio de rumbo. El paro ha llamado a sus puertas. ¿Y ahora qué? La psicóloga aconseja dedicarnos a todo aquello que nos apasiona y nunca tuvimos ocasión de hacer. Ahí es donde reside el verdadero talento.

Amor: dolores de cabeza, los justos

Para que una pareja funcione, el primer requisito es que quiera mantenerse unida. Cuando decidimos compartir un proyecto de vida con otra persona, es importante trabajar las diferencias para que no deterioren la relación. “Hay muchos aspectos negociables, como el reparto de tareas”, indica Ramírez. No obstante, otros factores de la personalidad no se pueden modificar.
“Si la otra persona es tremendamente despistada y le cuesta mucho cambiarlo, vamos a intentar no dar mucho valor al despiste. No podemos estar siempre reprochando lo que no nos gusta”. La psicóloga recomienda prestar más atención a los rasgos que nos atraen, aquellos que nos hicieron enamorarnos del otro. “Hay que centrarse en lo que nos une, y no en lo que nos separa”.
Si la relación fracasa, lo mejor es separarse de la forma más civilizada posible para no hacernos más daño. El primer paso es aprender a convivir con emociones negativas y recuerdos. En sus 17 años de experiencia como psicóloga, Patricia Ramírez ha visto muy pocas rupturas sentimentales de mutuo acuerdo. Uno de los dos siempre sufre más. “El que ha perdido tiene que asumirlo. No debe humillarse intentando retener a una persona que no quiere estar con él o ella”, afirma.

Amistad de cristal

Los buenos amigos siempre nos arropan cuando estamos en apuros, intercambian información íntima y guardan secretos. Es complicado encontrarlos, y muy fácil perderlos. “Para que se genere confianza hace falta mucho tiempo, pero para romperla basta con una sola acción. Cuesta muchísimo recomponer una amistad después de una traición”, advierte la psicóloga.

Familias conflictivas

Ante una fuerte discusión en la cena de navidad, casi siempre nos dejamos llevar por los impulsos y queremos verbalizar todo lo que pasa por la mente. La psicóloga propone abordar esa situación de la forma más habilidosa y asertiva posible: “Para y piensa que no es el momento de demostrar tu rabia. Ya llamarás a esa persona en otra ocasión para hablar con calma”. Pero no siempre hay interés mutuo en resolver el problema…
“En el caso de que el otro no te responda, tienes que decidir si mantienes el contacto o lo apartas de tu vida, incluso aunque sea un hermano. Es una decisión que hay que respetar, y la madre –quien más suele sufrir– debe entenderlo”, explica la psicóloga.

Cómo gestionar el sufrimiento

No podemos estar preparados para grandes dramas como una ruptura matrimonial o la pérdida de un ser querido, pero sí es posible construir una personalidad que nos permita tomar decisiones, resolver problemas, ser habilidosos y tener inteligencia emocional. Estas facetas nos ayudarán ante una situación difícil.
Fuente: EFE Salud 17/04/2013

lunes, 15 de abril de 2013

EL JUEGO POR INTERNET INCREMENTA LOS CASOS DE JÓVENES CON LUDOPATÍA


El auge de los juegos por Internet a través de las redes sociales y de los teléfonos móviles inteligentes ha incrementado significativamente el número de jóvenes que acuden a las consultas de los médicos especializados en el juego patológico.
   Así lo asegura la doctora Susana Jiménez, responsable de la Unidad de Juego Patológico del Hospital de Bellvitge y coordinadora de un estudio del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) que ha analizado la influencia de la edad en el trastorno del juego patológico.
   Según Jiménez, "ahora llegan a la consulta pacientes más jóvenes, con estudios universitarios y con niveles socioeconómicos más elevados" como consecuencia de la popularización del juego por internet, que ha cambiado el perfil del paciente con problemas de adicción.
   El Idibell ha realizado un estudio, publicado en la revista 'Journal of Gambling Studies', con más de 2.300 pacientes de entre 17 y 86 años que muestra que algunos rasgos de personalidad asociados a la edad son factores de riesgo para caer en una adicción al juego.
   De esta forma, los pacientes más jóvenes, de entre 17 y 35 años, tienen más tendencia a la impulsividad y a buscar nuevas sensaciones que actúan como factores precipitantes de la adicción al juego,; mientras que para las personas de edad avanzada, de entre 55 y 86 años, el juego es una vía para "modular estados emocionales negativos, huir de sentimientos de soledad, insatisfacción o malestar físico".
   "El único factor de la personalidad que no varía con la edad es la autodirección, la capacidad de tomar las riendas de nuestra vida, de ser persistentes con un objetivo", un rasgo que, según la investigadora, es "bajo en todas las etapas y que puede dar la clave para actuar en el tratamiento y en la prevención del trastorno".
   Una de las conclusiones del estudio es que el juego patológico es un trastorno transitorio y episódico en la vida del paciente ya que hay determinados momentos de la vida en los que se puede controlar mejor esta conducta; y también revela que las mujeres se inician más tardíamente en el juego, hacia los 35-40 años, mientras que los hombres empiezan a jugar más jóvenes.

Fuente: Europapress.es Salud, 8 de abril 2013