LA RECAÍDA
CÓMO PREVENIRLA, OBJETIVO DE TRATAMIENTO
La posibilidad de una recaída
disminuye a medida que aumenta el tiempo en que la persona permanece
abstinente, pero nunca desaparece completamente. Por ello, el objetivo más
global es el de alcanzar un cambio significativo en el estilo de vida, en las
actitudes, en los valores, en la forma de afrontar y solucionar los problemas
de la vida, en definitiva, en crearse un estilo de vida que sea incompatible
con el consumo de droga(s).
Sólo algunos de los pacientes dependientes de
sustancias psicoactivas (sustancia que ingerida afecta a los procesos mentales:
cognición y/o afectos) deja de consumir drogas espontáneamente. Los pacientes
que logran comprometerse a largo plazo
con un tratamiento estructurado tienen un mayor porcentaje de éxito que los que
no se integran en este tipo de terapia.
El problema de las conductas adictivas es,
ciertamente, muy complejo. Podría parecer que un usuario de drogas cuyo
objetivo es dejar de consumirlas, resuelve su problema una vez que se ha
desintoxicado, pero numerosos estudios demuestran que a pesar de que la
dependencia física ya no está presente, la probabilidad de nuevas recaídas es
muy alta. Esto justifica la necesidad de contar con un programa de tratamiento
que implique no sólo la desintoxicación, sino que deba comprometerse a cumplir
objetivos mucho más ambiciosos que conllevan la total rehabilitación y
reinserción del usuario de drogas.
LA CADENA DE LA RECAÍDA
La recaída es un proceso, una cadena progresiva de
conductas, actitudes y eventos que se inicia mucho antes que el paciente
empiece a consumir de nuevo. Es difícil especificar dónde empieza realmente una
recaída aunque suele estar presente algún cambio que será el inicio del
proceso.
La cadena de conductas que da lugar a una recaída
puede ocurrir como veremos a continuación:
· Acumulación de factores estresantes causados por
cambios vitales (p. ej. casarse, separarse, cambio o pérdida de trabajo,
problemas financieros, ganancias económicas).
· Activación de pensamientos negativos o
positivos, estados de ánimo y sentimientos cambiantes (p. ej., confusión,
perplejidad, irritabilidad, depresión, júbilo).
· Reaccionar exageradamente o fracasar en afrontar
situaciones de riesgo o estrés, dando lugar a la continuación o a una escalada
en los problemas.
· Negar que el problema es serio o, incluso, que
exista; fracasar en la utilización de los recursos de apoyo propios u otros
procedimientos del programa de tratamiento. El paciente no es capaz de expresar
sus sentimientos en la terapia permaneciendo callado o dando una explicación
inadecuada de lo que ha sucedido.
· Los problemas originales van en aumento y los nuevos
siguen surgiendo a medida que el paciente los sigue ignorando.
· El paciente se siente incapaz de superar esta
situación. Cada vez son más frecuentes los pensamientos sobre los buenos
momentos pasados con la droga. El deseo cada vez es mayor y los pensamientos de
volver a consumir también.
· Cada vez se pone en mayor situación de riesgo o
emprendiendo conductas que de forma sutil le inducen a consumir.
· A medida que su vida se va escapando a su
control, el nivel de estrés aumenta y cada vez se va aislando más de su sistema
de apoyo. Los sentimientos de frustración y de desesperanza desencadenan
pensamientos obsesivos sobre el consumo.
· El impulso por consumir y los niveles de deseo
cada vez mayores llevan al paciente a adquirir y consumir la(s) droga(s) de nuevo.
PREVENCIÓN DE RECAÍDAS: OBJETIVO DE TRATAMIENTO
La prevención de recaídas
tiene como objetivo dotar a las personas drogodependientes de habilidades que
les permitan afrontar situaciones de crisis que pongan en peligro su
abstinencia. Además se intenta conseguir una aceptación interiorizada del
problema que les afecta y de sus implicaciones a nivel personal, familiar y
social. Las estrategias de
evaluación e intervención deben incidir en el proceso de
recuperación de cada paciente, posibilitando cambios duraderos y estables en su
situación de abstinencia y de cambio en el estilo de vida. No debemos olvidar la
posibilidad de recaída que tienen las personas drogodependientes, no importa el
tiempo que hayan estado abstinentes, lo motivados que estén o lo estabilizado
que parezca su proceso de recuperación.
PREVENCIÓN DE RECAÍDAS EN TERAPIA FAMILIAR
En la intervención para la prevención de recaídas, la
familia puede ser entrenada para actuar en estas situaciones de crisis
potenciando el proceso motivacional para evitar la recaída o recuperar la
abstinencia cuando el desliz se haya producido. Los familiares de personas
drogodependientes no suelen discriminar con facilidad las señales que llevan a
un individuo a cometer deslices ocasionales o a recaer El objetivo consiste en
enseñar a los padres a discriminar estas señales antecedentes de una recaída y
qué conductas son características de la preparación o proximidad de la misma.
También se les entrena para actuar en estas situaciones y se analiza la forma
de actuar ante estas señales. Es conveniente entrenar a los familiares a
diferenciar las señales antecedentes de las pautas de actuación que deben
adoptar.
Atención clínica, enfoques y directrices terapéuticas.
Gabinete Psicológico G.SINadicciones (Valencia)
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