La publicidad y otras
formas de presión social contribuyen a promover estereotipos susceptibles de
incorporarse a la imagen que las personas nos hacemos de nosotras mismas y de
la realidad. En este sentido, el culto al cuerpo alimentado desde los medios de
comunicación en los últimos años, ha promovido una desaforada necesidad de
practicar ejercicio físico, de modo en ocasiones inadecuado, planteando la
posibilidad de recurrir a cualquier medio que permitiera alcanzar la
anhelada imagen.
Si
nos somos capaces de descifrar adecuadamente los mensajes publicitarios,
desentrañar el verdadero interés de sus promotores, estaremos expuestos a
conducirnos del modo en el que se nos indica, asimilando como propios los
valores, actitudes, estilos y comportamientos propuestos. La publicidad
directamente relacionada con el alcohol y el tabaco o la tendente a ofrecer una
imagen del cuerpo masculino y femenino atlético, es omnipresente en los medios
de comunicación, y se dirige especialmente al público juvenil.
¿Qué es la adicción al
deporte?
El deporte y el ejercicio
físico, que realizado de forma moderada es requisito indispensable de una vida
sana, se transforma en patológico cuando se realiza de forma excesiva,
impidiendo el desarrollo normal de las rutinas diarias.
Las personas adictas al ejercicio físico o al
deporte piensan erróneamente que el ejercicio físico siempre es sano, aunque
sea excesivo.
Es cierto que, tras haber practicado algún tipo
de deporte o ejercicio, se experimenta un alivio de la tensión psíquica
acumulada. Esto es positivo y deseable, pero tiene sus limitaciones. Si la
fuente de los conflictos que produce tensión y ansiedad no se afronta y
soluciona con las respuestas adecuadas, el deporte se convierte en una forma de
evadirse de la realidad. La persona comienza a necesitar más y más cantidad de
ejercicio para poder acallar aquello de lo que se quiere evadir, hasta terminar
en un trastorno por adicción.
Es entonces cuando las personas adictas al
deporte mantienen un nivel de actividad física excesivo, fruto de una
impulsividad tan intensa y resistente al cambio que le impide pararse y controlarse.
La adicción al
deporte o al ejercicio físico es la expresión de una falta de recursos de la
persona para afrontar sus emociones e inseguridades. Se autoengaña utilizando
muchas justificaciones hasta que llega un momento en que el ejercicio físico o
el deporte se convierten en algo más importante que el trabajo, la familia, las
relaciones o la salud.
La mayoría de las personas adictas al deporte
tienen problemas con la alimentación y, con mucha frecuencia, desarrollan una
anorexia nerviosa, denominada anorexia atlética.
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