EFECTOS DEL ALCOHOL SOBRE EL CEREBRO PRENATAL
Durante los últimos 25 años, varios estudios de corte experimental y clínico han proporcionado
claras evidencias de que el cerebro en desarrollo (durante la fase embrionaria y fetal del
embarazo), es especialmente vulnerable a los efectos tóxicos del alcohol. Esta droga neurotóxica
puede causar daños permanentes en los niños, que se asocian a cambios cognitivos, sociales y conductuales a largo plazo. (Streissguth et al., 1991; Mattswon y Riley, 1998; Guerri et
al., 2009). Una de las consecuencias más es el
Síndrome Alcohólico Fetal (SAF), que se caracteriza por deficiencias en el crecimiento
postnatal, anormalidades cráneofaciales e importantes disfunciones neurológicas y cognitivas
que provocan déficit intelectuales y alteraciones cognitivas. El rango de consecuencias negativas
del alcohol sobre el neurodesarrollo de denomina en la actualidad Trastorno del Espectro
Alcohólico Fetal (TEAF) (Sokol et al., 2003) y su prevalencia (1% de todos los nacimientos)
es superior al SAF. El TEAF incluye no solo a niños con graves alteraciones físicas y cognitivoconductuales,
sino también a aquellos con disfunciones del sistema nervioso central (SNC) que
carecen de alteraciones dismórficas faciales o fenotipos similares al SAF
El consumo elevado de alcohol durante la gestación se ha asociado a trastornos neuropsicológicos
que afectan a varios dominios cognitivos tales como inteligencia, memoria, lenguaje, atención,
aprendizaje, capacidades visoespaciales y visoperceptivas, funciones ejecutivas, praxias y
cognición social (Mattson et al., 1998). El cociente intelectual (CI) medio de un niño/a con SAF
suele estar por debajo de 70-80 puntos, siendo la causa prevenible más clara dentro de todos
los casos de retraso mental. Este problema suele conllevar trastornos del aprendizaje y peores
logros académicos, en comparación con los niños neurológicamente normales, dados los
deterioros en el aprendizaje y memoria verbal y las disfunciones motoras (temblores, prensión
débil, mala coordinación mano-ojo, problemas de equilibro y marcha, y apraxias) descritas en
niños diagnosticados de TEAF (Roebuck et al, 1998; Mattson et al., 1996; Mattson y Roebuck,
2002; Roebuck-Spencer y Mattson, 2004; Simmons et al., 2010).
Cuando llegan a adultos,
las personas diagnosticadas con TEAF suelen tener más trastornos mentales que la media.
Concretamente, presentan altas tasas de depresión, ansiedad, ideación autolítica e intentos de
suicidio en comparación con la población normal (Famy et al, 1998; Hellemans et al., 2010)
Fuente: Monografía sobre el Alcoholismo. SOCIDROGALCOHOL