lunes, 25 de julio de 2016

¿TENGO PROBLEMAS CON EL JUEGO?





¿Has vendido alguna vez cosas para poder seguir jugando?

¿Has jugado en algún momento para ganar dinero y pagar deudas o arreglar problemas económicos?

¿Jugabas a menudo hasta perder todo el dinero?

¿Los problemas o frustraciones te han creado la necesidad de jugar?

¿Has pedido dinero prestado para poder financiar el juego?

¿Después de ganar sentías la necesidad de jugar para ganas más?

¿Has jugado alguna vez para escapar de problemas?

¿Después de perder, sentiste que tenias que volver a jugar para recuperar tus pérdidas? 

¿Jugabas más tiempo del que tenías previsto?

¿El juego ha hecho que descuides tu bienestar y el de tu familia?

¿Has cometido o has pensado cometer algún acto ilegal para seguir jugando?



Para la mayoría de las personas, los juegos de azar son simplemente un entretenimiento, una forma de probar suerte o una actividad para relacionarse con los demás. Pero como ocurre con otros muchos comportamientos, por diversas circunstancias puede acabar siendo perjudicial para la persona que lo practica.

Si la persona juega con una determinada frecuencia, invirtiendo cantidades de dinero superiores a sus posibilidades y/o dedicando mucho tiempo a esta actividad, llegará a interferir de forma importante en su vida, limitando el desarrollo de otras actividades.


El placer por el juego dejará entonces paso a una sensación de malestar, pues la persona sigue jugando de una forma compulsiva, a pesar de los problemas que le supone en distintos aspectos fundamentales de su vida y aún cuando desea dejar de hacerlo.

El afectado al principio se niega a reconocer el problema y por tanto no considera la posibilidad de buscar ayuda. Pero las consecuencias repercuten en los que tiene alrededor y son éstos los que pueden intuir lo que está pasando. Empezarán a deteriorarse entonces las relaciones familiares, sociales y laborales.